viernes, 3 de mayo de 2013

When i'm waiting



En tiempos donde nadie más que la música puede ofrecerte un telón de fondo deseado, algo que sea relativo a eso que estas imaginando cada día y quieres que ocurra. Se dibuja en forma de trenes, de peces, de momentos compartidos, de momentos que deberían ocurrir y son tan translúcidos como el color gris. Esa sensación de que todo sigue igual y que tan solo una respuesta sirvió para desestabilizar tanto a nivel mental como físico... Tal vez solo sea una pequeña fachada y la elección ya estuvo hecha, tal vez solo existe un juguete roto sin arreglo en esta mente tan acostumbrada a serlo durante tanto tiempo.

Uno siempre es capaz de encontrar interés en mitad del gentío, aunque solo fuera en forma de pequeña y pequeña unidad. Esa unidad que destaca sobre el resto, que piensa de modo diferente, que hace que el mundo exterior coloree y deje a esa sonrisa como protagonista... es como pintar sobre un lienzo que todavía no está acabado. El arte es inefable y en ocasiones algunos sentimientos también lo son.

Preguntame porqué representa tan poco un gris y tanto un blanco o un negro. Es fácil. Algo muy claro o muy oscuro no puede significar otra cosa que una respuesta. Una respuesta tan opaca como nítida, tan buena como mala, tan satisfactoria como desilusionante... pero al fin y al cabo es una respuesta. Los tipos como yo valoramos antes una respuesta por encima de ese gris que no sabe si quiere llover o aclarar el cielo brillando... las palabras son errores, las respuestas son actos; actos de valentía, de voluntad, de saltar sin pensar si la piscina está llena. Así es como uno debe hablar.

Como describir un sentimiento. Procederé a intentar explicarlo.

Esa sensación de que tal vez estes perdiendo el tiempo porque aquello que tanto quieres puede que se esté alejando de ti premeditadamente. Te sientes engañado, de manera que no sabes que creer, como si hubieras sido utilizado en forma de pequeña tirita de usar y tirar. A veces ves un pequeño halo de esperanza pero empiezas a pensar que tal vez solo se trate de algo que tu propio yo quiere ver en lugar de algo que sea real. Es como si uno mismo quisiera vivir en ese sueño tan ignorante pero la propia personificación de la duda te baja a la tierra sin vacilación.

Y aquí se encuentra uno, debatido entre la duda y el mundo real... esperando algo que lo aclare para seguir caminando. El camino debe de estar mal señalizado.