viernes, 22 de mayo de 2015

Y ahora.

Y ahora que estoy solo y mis estigmas florecen y vuelan
ya bien por el polen, por las abejas o por picar hasta que el aguijón se desprenda,
este menda solo sabe a mierda.
Sólo sabe mierda en todas sus formas e islas y se compadece de algo más que de sí mismo.
Saldrá del pozo porque el agua lo sacará a flote, su propio Dios condenará a todo individuo al diluvio.
No se puede molestar a Poseidón, el del furioso tridente. El del jocoso vientre.

Te quiero y te he aprendido a querer de tantas formas que  el amor me parece un juego respetable, pero sin respeto... se pierden las formas, los planos, la identidad si eres novato. No es para tomarlo a broma. Te quiero de una manera que muchos dirán pero pocos lo harán sin su voz, en silencio.
Te venero por Eléa, por enseñarme a bailar descalzo, por echar abajo mis cartas y mis miedos. 
Y no me iré porque nunca tuve intención de hacerlo, no me iré porque odio a la lista y el listón que dejó, llenarte y llenarme sin sexo... hacerlo por deporte.
 
Y ahora que estoy solo me dedico solo al flexo y sueño;
eres mis nubes, mi empeño por no hacerme pequeño, pensaría en tus mejores momentos para mejorar los mios. Compartir lo peor de ti, hacer las paces con los peces y crear algo... Dijiste que si murieras lo harías con arte. Hiciste de lo nuestro la mayor prueba. No es por las gracias, es por ti. 

(Ah! Si es lo que parece!)