Siento una especie de lucha entre la razón y el corazón.
Mi corazón me dice que haga todo lo necesario por estar cerca de ella...
porque es con quien mejor me siento, porque al menos es una persona que no me juzga
Que no ha tenido que ver todo lo que hay detrás de mí, todos los errores que he cometido.
Todas las verdades que me costó asumir, no son tan grandes como el deseo que inclina la balanza a mi favor.
Sabes? Todos tienen razón, tu cara es tan mona que precisamente me recuerda al primer y mayor estereotipo de persona que yo quería olvidar...ese tipo de persona que es capaz de meterse en tu cabeza y acabar lo que se empezó, o que siempre es capaz de dejarte sin palabras... y lo mejor es que aunque tenga ese poder, todavía duda si usarlo conmigo, lo noto. Sabe perfectamente como dejarme sin palabras, de hecho tiene todo el poder para destruirme y yo aun ni siquiera lo he aceptado.
No me quiero plantear no poder tener influencia de ti cada día,
tu manera de ser es la de una persona integra y con las ideas claras... tu luz ilumina mi sombra, por muy cursi que suene, me la suda. La mayor crudeza que siento es no querer imaginarme a mi no intentando permanecer cerca de ti. Mi subconsciente me dice: Dani eres subnormal? Como vas a dejar escapar todo esto sin haber dicho ni siquiera tu última palabra?
Te conviene muchísimo acordarte de que tu antes te ponías a prueba a ti mismo con este tipo de cosas: te decías a tí mismo: Venga, confía en ti y haz lo mejor, tienes la ventaja de que tus ojos ven lo que no ve nadie, eres capaz de ir más allá de un simple montaje de escena.
Una vez, la constancia te salvó la vida, no crees que tal vez eso es lo que mejor te define?
Cuando quieres algo, estás ahí por la pasión del momento, porque quieres que esa misma pasión y esa adrenalina y estos resoplidos constantes se repitan hasta que no puedas olvidarte de lo vivo que te sientes.
Sabes lo que te pasa, solo tienes que dar el paso. Y de paso, un abrazo.
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