Y después de la tormenta...

 

La vida comienza a cambiar, un día te levantas y te das cuenta de que lo pasado solo son imágenes que jamás olvidarás... pero por las cuales ya no sientes tristeza, sientes nostalgia y felicidad por tener la suerte de haberlo vivido... Ser afortunado de haber conocido a algo por lo que vivir y sonreir cada mañana, un motivo para seguir adelante y de dar sentido a la rutina diaria que se respira. Si alguna vez has sentido esto, significa que sabes de que hablo.

Somos capaces de levantar la cabeza, tenemos ese poder. Podemos elaborar mil teorías conspirativas acerca de que es lo que sentimos y según la situación obtendremos como producto mil y una distintas. Quizás tengas la suerte de poder pensar en alguien antes de dormir o de reirte durante horas... o tan solo de que alguien entienda que estas pensando y porque lo estas pensando en ese preciso momento. No nos engañemos, no ocurre todos los días, pero cuando ocurre, sin duda, llena de brillo el rostro y nos convertimos en lámparas vivientes que irradian luz a todo y todos...

Es por esta razón que cuando llegan este tipo de momentos... podemos salir a la calle con la cabeza alta, como si no tuvieramos pasado del que acordarnos ni heridas abiertas que sangran cada noche. No! eso ya no importa porque lo que queremos es cerrar los ojos, tumbarnos y sonreir con un  The little things give you away en los oidos. 

...Es mi momento y lo pienso disfrutar...