Caminaba con giving up en el móvil... en esa carretera donde no era necesario esconderse de ningún humano pues era muy difícil encontrar alguno, estaba a las afueras. Anoche volvió... esa parte oscura vuelve de vez en cuando y ha elegido este momento para poseer partes de mí.
Hay seis mil millones de personas en el mundo y, en ocasiones, nosotros solo necesitamos a una... descubrirlo es todo un viaje de una imagen a otra... de saltos de alegría, de consuelo o simplemente de compañía... A veces descubres miradas que quieres que se produzcan... o buscas el color que se identifique contigo. Al final, has conseguido tener el poder de dar sonrisas... de alegrar días y noches... y también sueños.
Lo siento, pero solo una persona ha ganado el derecho a que pueda decir "si, tu si me puedes entender"... y bueno, es un trofeo por tu parte... un regalo, algo valioso al fin y al cabo que puedes llamar como te plazca.
No muchos conocen de la existencia del oscuro pasajero... ese que resetea el mundo que conocemos para programarlo a su modo de entender y vivir cada una de las acciones que puedan ocurrir y en cada uno de los instantes que intentamos interpretar. La vida pierde calidad y se vuelve blanquinegra, es entonces cuando una cabeza mira al suelo... y uno intenta describir como es esa sensación de mirar a alguien que te saluda por la calle con cierto ardor interior y con gesto irascible... un gesto irascible mojado y evidente.
Que puedo pedir... simplemente que no te acomodes... valóralo como yo lo hago, no dejes de pensar en lo que no tendrías, en que por ahora si que lo tienes... en que una persona de esos seis mil millones, ha encontrado a otra y solo necesita a esa persona en concreto. ¿No es genial?
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